No es nuevo que, cada año desde hace ya varios años, me he apropiado un poco de este día dedicado a dar gracias. Hoy es un día especial para dar a la
vida lo único y mínimo que nos puede pedir por tenerla. Gracias por...
... sobre todas las cosas que tengo vida y una vida que me ha prestado Dios como compañía en este mundo con el nombre de hijo.
... que Dios no me falta, no me ha faltado y pido que no me falte nunca.
... que puedo disfrutar de la compañía de mi padre, madre, mis hermanos y mi hijo. Y por que es inevitable ver que, algunos amigos y familia, ya no están con nosotros y eso, me deja ver que he vivido más que algunos compañeros, amigos y familiares.
... estar completa, por ver, caminar, hablar, oír, saborear, tocar, crear, servir y amar.
... que puedo ser quien yo elija ser.
... no me ha faltado techo, vestido y sustento.
... la fortaleza en mi vida, mi amor,
mi coraje, y todas las habilidades que me ha dado Dios para realizar mi plan divino en la Tierra.
... cada uno de los dones que tengo, y poder ponerlo al servicio de los demás para bien.
... los retos, las pruebas, la incertidumbre, los enemigos, las
fallas, los errores, que me han hecho la mujer que soy.
... la familia, mi familia, por tener un hijo extraordinario
al que a pesar de todo, le sigo pareciendo la mejor mamá del mundo. Y sigo con y
junto a el en estas horas y momentos en los que requiere de mi al 100% para pasar
esta prueba de vida.
... la parentela y los amigos.
... mis formadores en la fe.
... todo lo que soy capaz
de dar y generar.
A ti Padre celestial, gracias eternas por tenerte en mi fe, por encontrar
en ti consuelo en mis horas más amargas.
Gracias con toda mi alma, ser y estar.
Y a todos ustedes feliz Día de Acción de Gracias.