Difícilmente comprendo a qué se refieren con: la infidelidad en el hombre es genética y en la mujer es emocional. Hatos de hombres y mujeres en un acto más animal que humano encuentran su perfecta justificación en esta teoría insulsa.
Quizá sí, biológicamente puede ser explicado y existen estudios serios en donde se demuestra que así es, pero también ha sido probado que ser un animal sexual irracional trae problemas incontables, infelicidad al por mayor, frustraciones y en muchos casos desgracias innumerables para la base de la sociedad que es la familia, y no es bueno y no es inteligente.
Vamos a pensar por un momento no como animales, sino como seres humanos.
La infidelidad es un acto egoísta, carente de valores, no genético. Siendo el albedrío mucho más poderoso que las hormonas y un gen. La mente integrada al espíritu es aún más poderosa que un instinto, y por eso, somos seres racionales, capaces de tener sentimientos y distinguir lo que un perro o un semental no pueden.
Y pregunto al aire, ojalá alguien me puede ayudar a resolver estas incógnitas: ¿La ciencia está realmente resuelta a demostrar que la razón no tiene oportunidad de ser, es decir, el albedrío vale ya tan poco, que se está ayudando al ser humano a ser cínico? ¿Estamos en una sociedad que devalúa el valor de la unidad familiar, en favor de un acto animal que responde solamente al placer de una persona, la satisfacción de un instinto? ¿Somos en verdad ya, tan descarados, que nos asumimos un accidente genético y no un milagro tomando en cuenta todas las condiciones que se requirieron para nacer y pensar? ¿Por qué ser infiel, cuando se puede ser honesto y cerrar la puerta de ese ciclo que ya no da para más, o sólo es el pretexto para ser un perfecto animal controlado por un gen? ¿Y finalmente, somos todos un “cotorreo genético" que nos permite abusar, exceder y denigrar nuestra propia existencia, al punto de que ya no nos sorprende nada?
Una servidora siempre ha creído que el amor es el sentimiento más noble y elevado que como seres humanos podemos experimentar, tanto darlo, como recibirlo. Y no me refiero a la simpatía, atracción o pasión, me refiero al amor como ese sentimiento vulnerable y delicado que resalta las virtudes del prójimo. Dentro de este sentimiento está el amor a los padres, a los hijos, a los hermanos y sí, ese que nos la pasamos hablando de él día y noche, con amigos, con primos y familia, y la razón por la que estoy escribiendo estas líneas… el amor por la pareja. Ese que cuando no es satisfactorio nos lleva a la puerta de la infidelidad.
Pero no es porque sea la mejor opción ser infiel en un mal matrimonio, el infiel es un ser humano insatisfecho con todo, con la vida, consigo mismo, y lo peor, insatisfecho sexualmente. Mi teoría es que los infieles lo son, por que no saben ni cómo tener relaciones sexuales, no tienen idea de cómo complacer a su pareja. ¿Quién dejaría a una pareja que te sabe complacer, que se preocupa por el otro, por hacer sentir?. Si fueran seres humanos que se preocupan por su pareja, simplemente sería por amor y cuando amas no eres egoísta, y sólo quien se ama, puede amar.
Así pues dudo mucho que una persona que se ame lo suficiente acepte ser el otro o la otra, para ello se requiere una carencia infinita de respeto por sí mismo, marearte con la idea de que eres más que la pareja del que es infiel, cuando en el mejor de los casos, si esa relación llegara a buen término cuando se divorcie y se casan, a no mucho tiempo de distancia también le pondrán el cuerno. Y la otra opción, es que, la bruja nunca es tan bruja, ni el ogro es tan ogro, y jamás los dejarán. Nadie gana con un infiel.
¿Qué me ha llevado a estas conclusiones y pensamientos? La vida y mucha lectura.
Nena O'Neil, antropóloga social-sexual, que experimentó la libertad de un matrimonio con puertas abiertas a los experimentos sexuales posibles de turno, en pro de una experiencia de matrimonio nuevo -tema que aborda en "Matrimonio Abierto"-, terminó aceptando en su libro "La Premisa Matrimonial" que la pareja debe tener un valor extraordinario, así como el matrimonio y el compromiso.
Masters y Johnson, expertos en sexualidad y comportamiento humano, con una vasta bibliografía, definen como perversiones muchas de las conductas animales que estos científicos tan... mmm... innovadores, quieren darnos como panacea; es decir, el origen de todos tus males es genético, culpa a la naturaleza, no te hagas responsable de tu vida.
Expertos en psicología y relaciones humanas, interpersonales y transaccionales: Yianla Vanzant y Rubén González Vera. Sus estudios y sus teorías en donde la riqueza de un trabajo personal integral, la capacidad de amarse uno mismo, la posibilidad de vivir mejor en pareja, compartir lo mejor que tiene cada uno con el propósito de mejorar a la pareja.
Y recientemente Kate Scott de la University of Otago de Nueva Zelanda realizó un estudio en donde se destacaba que el matrimonio reduce los riesgos de depresión y ansiedad -estudio realizado con 34 mil 493 personas en 15 países- y puede fascinarme esta conclusión del estudio: “el matrimonio es bueno para la salud mental de ambos sexos, no sólo para las mujeres, tal y como habían concluido estudios anteriores, pues éste evita trastornos mentales y depresiones”.
Quizá sí, biológicamente puede ser explicado y existen estudios serios en donde se demuestra que así es, pero también ha sido probado que ser un animal sexual irracional trae problemas incontables, infelicidad al por mayor, frustraciones y en muchos casos desgracias innumerables para la base de la sociedad que es la familia, y no es bueno y no es inteligente.
Vamos a pensar por un momento no como animales, sino como seres humanos.
La infidelidad es un acto egoísta, carente de valores, no genético. Siendo el albedrío mucho más poderoso que las hormonas y un gen. La mente integrada al espíritu es aún más poderosa que un instinto, y por eso, somos seres racionales, capaces de tener sentimientos y distinguir lo que un perro o un semental no pueden.
Y pregunto al aire, ojalá alguien me puede ayudar a resolver estas incógnitas: ¿La ciencia está realmente resuelta a demostrar que la razón no tiene oportunidad de ser, es decir, el albedrío vale ya tan poco, que se está ayudando al ser humano a ser cínico? ¿Estamos en una sociedad que devalúa el valor de la unidad familiar, en favor de un acto animal que responde solamente al placer de una persona, la satisfacción de un instinto? ¿Somos en verdad ya, tan descarados, que nos asumimos un accidente genético y no un milagro tomando en cuenta todas las condiciones que se requirieron para nacer y pensar? ¿Por qué ser infiel, cuando se puede ser honesto y cerrar la puerta de ese ciclo que ya no da para más, o sólo es el pretexto para ser un perfecto animal controlado por un gen? ¿Y finalmente, somos todos un “cotorreo genético" que nos permite abusar, exceder y denigrar nuestra propia existencia, al punto de que ya no nos sorprende nada?
Una servidora siempre ha creído que el amor es el sentimiento más noble y elevado que como seres humanos podemos experimentar, tanto darlo, como recibirlo. Y no me refiero a la simpatía, atracción o pasión, me refiero al amor como ese sentimiento vulnerable y delicado que resalta las virtudes del prójimo. Dentro de este sentimiento está el amor a los padres, a los hijos, a los hermanos y sí, ese que nos la pasamos hablando de él día y noche, con amigos, con primos y familia, y la razón por la que estoy escribiendo estas líneas… el amor por la pareja. Ese que cuando no es satisfactorio nos lleva a la puerta de la infidelidad.
Pero no es porque sea la mejor opción ser infiel en un mal matrimonio, el infiel es un ser humano insatisfecho con todo, con la vida, consigo mismo, y lo peor, insatisfecho sexualmente. Mi teoría es que los infieles lo son, por que no saben ni cómo tener relaciones sexuales, no tienen idea de cómo complacer a su pareja. ¿Quién dejaría a una pareja que te sabe complacer, que se preocupa por el otro, por hacer sentir?. Si fueran seres humanos que se preocupan por su pareja, simplemente sería por amor y cuando amas no eres egoísta, y sólo quien se ama, puede amar.
Así pues dudo mucho que una persona que se ame lo suficiente acepte ser el otro o la otra, para ello se requiere una carencia infinita de respeto por sí mismo, marearte con la idea de que eres más que la pareja del que es infiel, cuando en el mejor de los casos, si esa relación llegara a buen término cuando se divorcie y se casan, a no mucho tiempo de distancia también le pondrán el cuerno. Y la otra opción, es que, la bruja nunca es tan bruja, ni el ogro es tan ogro, y jamás los dejarán. Nadie gana con un infiel.
¿Qué me ha llevado a estas conclusiones y pensamientos? La vida y mucha lectura.
Nena O'Neil, antropóloga social-sexual, que experimentó la libertad de un matrimonio con puertas abiertas a los experimentos sexuales posibles de turno, en pro de una experiencia de matrimonio nuevo -tema que aborda en "Matrimonio Abierto"-, terminó aceptando en su libro "La Premisa Matrimonial" que la pareja debe tener un valor extraordinario, así como el matrimonio y el compromiso.
Masters y Johnson, expertos en sexualidad y comportamiento humano, con una vasta bibliografía, definen como perversiones muchas de las conductas animales que estos científicos tan... mmm... innovadores, quieren darnos como panacea; es decir, el origen de todos tus males es genético, culpa a la naturaleza, no te hagas responsable de tu vida.
Expertos en psicología y relaciones humanas, interpersonales y transaccionales: Yianla Vanzant y Rubén González Vera. Sus estudios y sus teorías en donde la riqueza de un trabajo personal integral, la capacidad de amarse uno mismo, la posibilidad de vivir mejor en pareja, compartir lo mejor que tiene cada uno con el propósito de mejorar a la pareja.
Y recientemente Kate Scott de la University of Otago de Nueva Zelanda realizó un estudio en donde se destacaba que el matrimonio reduce los riesgos de depresión y ansiedad -estudio realizado con 34 mil 493 personas en 15 países- y puede fascinarme esta conclusión del estudio: “el matrimonio es bueno para la salud mental de ambos sexos, no sólo para las mujeres, tal y como habían concluido estudios anteriores, pues éste evita trastornos mentales y depresiones”.
Así pues, tenemos una diversidad de opiniones, tanto sociológicas, psicológicas y fisiológicas, sin embargo en cada uno queda la decisión final, meditar y actuar para vivir de la mejor manera, y cada ser humano sabrá qué prioridad le da a la inteligencia y el orden para el bienestar personal. Asumirse como un ser humano con fallas es válido, y se puede buscar ayuda, soluciones, pero nunca asumirnos como un animal irracional.
hola, muy interesante tu analisis, pero permiteme recordarte que somos supuestamente los unicos seres racionales, los unicos con voluntad, es decir quienes tenemos el poder de desicion, por lo tanto en lo personal considero que si bien la naturaleza, los instintos, la quimica corporal por aquello de las feromonas y demas son factores importantes que influyen en esta tematica, lo que mueve todo este lio de la infidelidad es simplemente la conviccion de un hombre o mujer de hacerlo o no. las demas cosas que se argumenten son solo justificaciones que nos ayudan a evadir la responsabilidad de nuestros actos. digo todos hemos visto casos en que por ejemplo la bella princesa diana joven, bella y demas la engaño el marido con camila, valiendole que se afectaran intereses de la familia, que lo supiera todo el mundo.....entonces ahi que paso??? juventud, belleza, sexo acaso???? justificaciones, pretextos, simplemente si ya no quieres estar con esa persona se lo dices y cada quien su vida, tan sencillo ser honesto, pero en vez de eso nos ganan los intereses particulares. que te dire que muchas de las veces, decia mi abuela un dicho muy sexista, machista pero muy cierto..."el hombre(babas y sin moral) llega hasta donde la mujer quiere" y mira que luego hay cada chava que esta dale y dale con algun chavo auque tenga novia o en el mas grave de los casos hasta esposa, esto tambien nos habla de una sociedad amoral que acepta y tolera esto, y desgraciadamente mientras continuemos asi como decia el slogan de una obra de teatro...entre mujeres podemos despedazarnos...jajja, y es cierto, continuaremos siendo las mal asalariadas, las golpeadas, las discriminadas, las madres solteras sacando solas a los hijos, las acosadas en los trabajos en el transporte publico, etc. felicidades por este espacio y seguire en contacto, ya que me identifico mucho con tu manera de ver las cosas chica inteligente.
ResponderEliminaratte. Roxy Burges