lunes, 30 de diciembre de 2013

Gracias 2013. Bienvenido 2014

El año 2013 va viviendo sus últimos días, y en el camino se ve la marca, cada vez más cercana, del año 2014. Y no es que pasando de fecha la vida cambie, y no es que estrenando agenda o calendario, por arte de magia, seamos mejores, o peores personas; lo que somos, lo llevamos en cada ciclo, lo cargamos en cada año y por toda nuestra existencia. Sin embargo cada inicio de año, así como en cada cumpleaños, tenemos unos momentos para reflexionar en nuestra vida, nuestros ciclos, las lecciones, en las metas pendientes y en las metas conquistadas.

En lo personal había notado que, cada año se me iba más rápido, cada ciclo se sucedía uno tras otro acortando su distancia entre uno y otro vertiginosamente. Y hasta hace algunos meses, me veía en el espejo con muchas canas, con algunas arrugas, con una vida que con todos sus altibajos, me parecía triste, gris, sombría, carente de sentido, de rumbo. Era madre sin serlo, era mujer sin experimentarlo, era hija con resentimientos, familia con odios. Me estaba enfermando del alma y sin saberlo, muriendo cada día un poco más. Me estaba volviendo vieja.

Mi día a día eran ataques de pánico, miedo a hacer, salir, decir, proponer, emprender, actuar, amar, tenía un miedo indescriptible a vivir, y tenía un horrible temor a morir. No tenía paz. Pero tampoco la daba, más de una vez me dieron ataques de ira, y también de pánico. Vivir en una familia disfuncional, ser parte de ella, y no cambiar nada, era todavía peor.

5 años de una demanda laboral que, ya me hartaba el sólo mencionarla, tanta injusticia y podredumbre de un sistema que agoniza, y sin embargo se mantiene. 3 años al hilo sin trabajar, sin conseguir un trabajo, frustrada, sin ver todos los talentos y bendiciones que Dios puso en mí. Qué le faltaba a ese ser humano lleno de vida e ilusiones hace 30 años, qué me hacía sentir tan infeliz, teniéndolo todo, teniendo conocimientos, preparación. Se suponía que todo eso, todo lo que tengo me haría feliz, ¿por qué no lo era?

Poco a poco el año 2013 se perfilaba como el peor año de mi vida.

En este año vi a mi padre dejar de caminar en menos de 4 meses, diagnósticos que iban desde hernia inguinal, hasta cáncer de colon, con dudas, con cero certezas hasta que por fin dieron con lo que finalmente puso a mi padre en una silla de ruedas, un daño severo en las vértebras lumbares con nervios dañados y funciones vitales comprometidas. Un pronóstico que iba desde quedar paralítico hasta morir en una cirugía muy delicada, me hizo comprender que hay cosas que yo no puedo resolver, también supe cuánto amaba a mi padre y, yo no podía hacer nada, todo cayó, me derrumbé, estuve peor que nunca y un grito en mi ser, un tanto agonizando y otro poco intentando despertar, emitió un: Dios mío, en ti pongo mi vida y todo lo que amo.

Poco a poco comprendí que hay un momento en la vida cuando todo se trata de poner todo en manos de Dios.

Se acercaba mi cumpleaños 39 y la cirugía de mi padre, sólo podía rezar, y al paso de los días en mi mente rondaba un pensamiento, de hecho eran muchos: Todas las cosas que de niña soñaba lograr y con el paso de la vida fui olvidando o postergando. Requería lograr esas cosas de las que un día dije, no puedo morir sin hacer todo esto. Quizá sin quererlo o queriendo, me programé para esas cosas especiales, iba buscando imágenes de cada cosa que quería tener en mi lista de cosas por hacer antes de morir y las posteaba en mi Facebook y en mi Twitter. Incluso dije: este año mis deseos de cumpleaños son más mi bucket list.

Y los milagros empezaron a suceder.

Al terminar agosto, la cirugía de mi padre salió perfecta, ninguna de las cosas que habían considerado como riesgos sucedieron, él: el paciente más grave, de mayor edad, con el peor pronóstico, fue quién salió de maravilla de la cirugía, se recuperó más rápido y lo dieron de alta muy pronto.

En septiembre con la brújula de mi vida completamente loca, inestable y sin rumbo; gracias a un coaching ontológico, llegó la transformación a mi vida. Finalmente sé quién soy, el propósito de mi vida y de tantas cosas vividas; las experiencias, por fin sé qué hacer con ellas, dejaron de ser una daga para ser el motor, la fuente de inspiración y el gran generador de amor en mi vida.

Y hablando de amor, Mr. R esta en mi vida, él, un hombre que hace que mi mundo sea mejor, que mi alma vibre, estar con él es una experiencia de amor al cien por cien. El tiempo vuela cuando estamos juntos, me hace reír, reflexionar, me cuida, es amoroso, leal y no conozco alguien que tenga ese toque mágico que con un solo beso, hace vibrar todo mi ser. Y lo maravilloso es que, él siente lo mismo.

Este año he bajado 15 kilos de peso, me siento distinta, me veo distinta, mi vida la veo con otros ojos. En mi vida hay amor, prosperidad, abundancia y paz. Y lo que requiero cambiar, lo haré; lo que requiera tener, lo tendré; confío en Dios y sé que él me ama tal y como soy y cada oportunidad la tomaré, cada momento lo viviré si ha de ser, será, depende de mí y de Su voluntad.

2013 ha sido un buen año, el diamante se pulió en un 70%, hay trabajo por hacer y esa es mi oportunidad en cada día que vivo.

Hoy hago votos por que en su vida encuentren plenitud, amor, paz, armonía; que este 2014 que comenzará en pocas horas, sea fuente de inspiración y cambio. Que el 2014 sea el año de atrevernos a cambiar. Que luz y serenidad lleguen a su hogar, nuestro país y nuestro mundo, comencemos a generarlo, cada quien, desde su lugar, con pequeñas acciones. Y al iniciar el año que la visión de su vida sea llevada al más alto nivel, a su realización plena, pues es con amor, visión y acción que todo se logra.

Transformemos nuestro mundo con nuestro ejemplo, inspiremos a todos los que nos rodean. ¡Feliz Año 2014!


En amor, Patt

jueves, 12 de diciembre de 2013

Soy Guadalupana

Desde que tengo memoria, siempre había visto las peregrinaciones a la basílica de la Virgen de Guadalupe. Me asombraba la devoción, la cantidad de personas que van y también en algunas personas el esfuerzo físico que hacían para cumplir una manda, agradecer o prometerle algo a la Virgen Morena.

Muchas personas no comprenden la fe de las personas, otros se quejan de que no hay que imponer las creencias propias a otros, impedir la libertad de tránsito por la libertad de expresión, la basura, los cuetes, el ruido, 364 días de manifestaciones y uno de peregrinación a la basílica ... el tema no tiene fin y ustedes y yo podríamos ponernos a discutir por horas sobre: "mejor trabajen", "acepten sus responsabilidades y dejen a Dios y a los demás en paz", "hazte cargo de las consecuencias", "Dios no te va a hacer las cosas"... ¿ven como es un sin fin de argumentos los que hay sobre la mesa?.

Sin embargo, qué sucede cuando lo ves desde el punto de vista del peregrino. ¿Qué te mueve? ¿Por qué lo haces? ¿Cómo lo haces? Ok, aquí va mi historia.

Ayer yo me convertí en Guadalupana.

La semana anterior mi amiga Norma, me había contado que ellos se iban caminando a la Basílica, que era una experiencia increíble y ahí quedó la cosa. El martes de esta semana, me avisó que la reunión era a las 5:30 y que caminaríamos casi 6 horas hasta llegar a la basílica y si yo quería, me invitaba.

Pensé: este año la salud de mi papá estuvo muy mal, dediqué mis oraciones, pedí oraciones para que sanara pronto y quedara bien. Y de ser uno de los pacientes más graves, el de mayor edad y con muchas cosas en contra, hoy mi papá está bien. Mi hijo está sano, yo he tenido un año muy ecléctico, quizá surrealista, aprendí muchas cosas, encontré mi poder interno, me siento inspirada. El dinero está escaso, mi juicio laboral sigue en proceso desde hace más de 5 años, ... bueno, tengo mucho que agradecer, pues vámonos a visitar a la Virgen Morena.

Así, ayer a las 5:30 de la tarde llegué al lugar de partida. A las 6 de la tarde comenzamos con la aventura desde "Pueblo quieto" -AKA- Texcoco, ¿O es al revés? Ja! En fin, salimos con rumbo a la basílica de Guadalupe, con mucho agradecimiento y con un propósito. Llegar para agradecer, y desde luego, vivir una experiencia que cambia mucho la manera de ver este día.

En el camino me asombró encontrar personas ofreciendo agua, naranjas, té, café, agua de sabores, tamales, atole, tortas, caña, dulces, pollo asado, tacos y mucho más. A ellos los mueve ayudar al peregrino, y el peregrino les agradece y bendice por ese alimento, que tanto ayuda a seguir el camino. Y uno de mis pensamientos más profundos fue: sin conocerme, me ayudan, vaya que estaba muy equivocada sobre uno de los conceptos con los que he definido a mi pueblo, al pueblo mexicano. Personas que hacen un ahorro para dar apoyo a quien no conocen y que sólo lleva su fe a cuestas. Me movió.

En el camino te acompañan muchos pensamientos, positivos, negativos, reflexionas, ves a las personas que te acompañan en el camino y se te van ocurriendo cosas, yo, que no llevaba peticiones sólo agradecimientos, al principio iba orando y en el camino fueron llegando las peticiones. Recordé las cosas que he pedido desde hace tanto tiempo, las que he fallado, en las que no hice nada y una luz iluminó mi pensamiento, convenciéndome, hoy es real, hoy descubres algo valioso.

Y cuando llegas a la mitad de la autopista Peñón-Texcoco y empiezas a sentir dolorcito en los pies, los pensamientos negativos te atacan; pero recuerdas que al salir dijiste: madre mía, esta va por todo lo que quiero agradecerte, volteas y ves muy lejos el punto de partida, y regresas la vista al camino y ves el punto al que requieres llegar. Te olvidas del dolor y sólo escuchas una voz interna que dice: Tú puedes.

Una peregrinación se parece mucho a la vida. Las cosas extras que vas cargando, te pesan como nunca pudiste pensar que una naranja pesara, un tamal se vuelve una pelota de plomo, un agua que te vas tomando la quieres dejar, te ofrecen aquí, allá y ya no aceptas nada con tal de no cargar.

Y es inevitable en ese punto, en el que estás a la mitad del camino, pensar en todo lo que cargas a cuestas en la vida, cuando agarras las naranjas agrias de los demás, o la naranja dulce que te dan más adelante; y la bolsita de la torta que te comiste con la basura que no quieres tirar para no ensuciar el camino, te pesa como 3 kilos de papa cruda. Y en el camino, ¡No hay botes de basura!. Cuántas veces en la vida no encuentras ni un bote de basura y sigues cargando eso, o simplemente lo sueltas y ahí se queda, ensuciando todo el panorama. Para ser peregrino de la vida se requiere libertad y no llevar nada de más.

Poco a poco, dejas de platicar, te enfocas en el camino y tratas de olvidar el dolor, el cansancio. No quieres ver el reloj, no quieres pensar en nada, sólo sabes que debes continuar. Y te das cuenta que al final y entre todos, sólo vas tú con tu pensamiento. De ti depende derrotarte y parar, o continuar y terminar. Pensé terminar mi meta, sí, la misma cantidad de veces que pensé en parar y regresarme, o tomar un camión. ¿Qué me movió? ¡Cómo tomé esa decisión de seguir? La fe.

Y no es algo que yo pueda explicar y decir la fórmula, cada persona tiene un modo diferente de encontrarla, de saborearla, de rescatarla, de encontrarla, de tenerla. Es una alianza entre Dios y yo, un pacto de amor, de confianza, de voluntad, de valentía, de esperanza, de bondad... un vínculo que me hizo lograr algo que, hace unos meses yo misma hubiera dicho: ¡es imposible!.

Un lienzo con la imagen de la Virgen de Guadalupe, la voz del vendedor, llévela de a veinte pesos, traía justos veinte pesos, estiré mi mano, se los dí y a cambio recibí mi lienzo. Una sonrisa curiosa se esbozaba en mi rostro.

Y en eso, la basílica estaba ahí. Enorme, iluminada, y eran 15 minutos para las doce. Me emocioné. Y caminé y caminé. Nunca había estado en la basílica de Guadalupe y a las 12 de la noche, me pareció hermosa. Muy hermosa. Multitud de personas, unos cobijados y durmiendo, otros tapados y viéndonos a los demás peregrinos. El ambiente era algo que nunca había sentido, el olor de la noche era de milagros. Y en el entretanto escuchábamos la misa.

Caminábamos, nos deteníamos... a menos de 15 metros de entrar a la basílica, me sentí mal, alcancé a decirle a mis amigos: "me siento mal", recargué mi cabeza en el hombro de Rubén y cuando abrí los ojos, estaba en el suelo, sin comprender mucho. Una señora me dijo —Abre la boca. Acto seguido me puso un inhalador en la boca, me pidió que respirara por la boca, y yo no lograba saber a ciencia cierta lo que pasó, para mi fue cerrar los ojos y soñarme con mi familia poniendo las esferas de casitas en el árbol de navidad, las cuales compré hacía una semana en el bazar de las tradiciones.

En eso llegaron paramédicos de la Cruz Roja, me levantaron, me iban haciendo preguntas que contestaba lentamente y uno de ellos me dijo que me había desmayado, yo me seguía sintiendo mal, aturdida, hasta que llegué a la carpa de la Brigada Rotaria, donde me preguntaron muchas cosas, mi historial médico, y me dijeron que me había deshidratado, que tenía la presión muy baja y que hasta que me sintiera bien, me dejaban ir. Así que, me quedé ahí casi una hora, bien atendida, y cuando me sentí mejor, seguí mi camino hasta ingresar al atrio.

Un par de oraciones y las peticiones que en el camino llegaron, las entregué, agradecí y prometí regresar, en mejor condición, a ver a la Virgen Morena. Y entre todas las cosas que ocurrieron, jamás solté mi lienzo así como jamás soltaré mi devoción. Ahora descubría y creaba un nuevo pacto de fe, de amor y de vida y de regreso a casa, mi mente sólo pensaba en lo hermosa que es la basílica, la imagen de mi morenita hermosa y una vocecita decía "bien hecho, lo lograste".

Mi agradecimiento total a todas las personas que en el camino me dieron alimentos, agua y dulces; a la Brigada Rotaria de Seguridad y Rescate del DF, mi agradecimiento de corazón por sus cuidados y a todos los peregrinos que compartieron camino conmigo gracias por coincidir.

(Foto: Mariela Luna Chávez)

viernes, 29 de noviembre de 2013

Una Nueva Acción de Gracias

Y como cada año desde hace un par de años, me he propuesto apropiarme un poco de este día dedicado a dar gracias. Práctica poco usual en mi querido país, en mi religión, en mi pueblo, con mi gente. Hoy es un día especial para dar a la vida lo único y mínimo que nos puede pedir por tenerla. Gracias por...

... todo lo que soy, por mi valentía, mi fortaleza, mi amor, mi coraje, y cada uno de los dones que tengo.

... los retos, las pruebas, la incertidumbre, los enemigos, las fallas, los errores, que me han hecho lo que soy.

... la familia, mi familia, por tener un hijo extraordinario al que a pesar de todo, le sigo pareciendo la mejor mamá del mundo. Y sigo con y junto a el en estas horas y momentos en los que requiere de mi al 100% para pasar esta prueba de vida.

... la parentela y los amigos. Pero sobre todas las cosas, gracias por que estoy viva, porque he vivido más que algunos compañeros, amigos y familiares.

... estar completa, por ver, caminar, hablar, oír, saborear, tocar, crear, servir y amar.

...  todo lo que soy capaz de dar y generar.

A ti padre mío gracias eternas por tenerte en mi fe, por encontrar en ti consuelo en mis horas más amargas. Gracias con toda mi alma, ser y estar.

Y a todos ustedes feliz Día de Acción de Gracias.


Gracias, Señor, por el pan que nos das para aplacar el hambre.
 Por la risa del niño que se vuelve caricia. Por el mar y la nube.
Por el don de sentir a plenitud la vida.
Gracias por cada hora, aún cuando no todas sean iguales de buenas.
Gracias por el valor de la mariposa que enciende
sin conciencia de su milagro, un pabilo de ensueño.
Gracias, Señor, por los espejos maravillosos
del mirar de nuestros padres y nuestras mentes.
 Por la amistad que prolonga ese sereno privilegio de ser hermanos.
 Gracias por la lluvia fuerte, por la llovizna bienhechora,
 por haber puesto trinos y alas en las ramas.
 Gracias por cada gota de rocío y por el arcoiris
y por el árbol que madruga su júbilo en el fruto.
 Gracias, Señor, por el ayer que se prendió al recuerdo.
Por el hoy que vivimos y por el mañana que nos espera
con sus brazos repletos de misterio.
Gracias, a través de mis labios, desde mi alma,
en nombre de aquellos que se olvidaron de dártelas,
 en nombre de los que somos y los que seremos.
Gracias por toda la eternidad.
Amén.

jueves, 31 de octubre de 2013

Halloween vs.Víspera de todos los Santos vs. Día de Muertos

Como ya lo he dicho en otros Post, soy fan de la cultura Celta, me gusta la relación tan profunda que tienen con la naturaleza y el respeto por ésta, dentro de la época y condiciones que les tocó vivir, trataban de ser un pueblo pacífico, pero defendían su tierra, su familia, sus creencias… yo sólo puedo decir que eran grandes seres humanos, que nos dejaron grandes enseñanzas. Y el domingo pasado, haber escuchado una mala traducción del Samhain, y conociendo un poco la transformación de esta fiesta hasta lo que es hoy; que hayan dicho que Halloween significa “Adoremos a satanás”, lo cual se me hace tremendo pues en esa época, ni siquiera existía el concepto de “Stanás”. 

Lo que haré es exponer de manera muy breve y clara, lo que se al respecto y poner sobre la mesa, un panorama distinto.

Los antiguos pueblos celtas, llegado el final de Octubre, solían celebrar una gran fiesta para conmemorar “el final de la cosecha”, esta fiesta se denominó como el Samhain. Significa, en gaélico ‘el final del verano’. Esta fiesta representaba el momento del año en el que los antiguos celtas almacenaban provisiones para el invierno y sacrificaban animales y a partir de esa fecha, los días iban a ser más cortos y las noches más largas.

Los celtas creían que en esta noche de Samhain los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales. (A alguien le suena la festividad, ¿no? Ok, sigamos). Entre sus costumbres estaban encender grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus; dejar comida y dulces, preparados por ellos, afuera de sus casas; encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano; recoger alimentos por las casas para realizar ofrendas a la divinidad y llevaban consigo un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que les daba poder e iluminaba el camino de regreso al mundo de los vivos a sus familiares difuntos más queridos dándoles así la bienvenida, a la vez que se protegían de los malos espíritus.

Así era la fiesta nocturna de bienvenida al Año Nuevo Celta.

Fiesta de la cosecha romana

Una de las celebraciones más antiguas conocidas en el mundo y en ella se agradecía a la diosa Pomona los frutos recogidos en la cosecha, que garantizaban el alimento para el año venidero.

En Europa, como muchas costumbres antiguas, los rituales de la recolección —como la ofrenda de los primeros frutos a los dioses— fueron adoptados por la Iglesia cristiana, por lo que en la edad media el primer trigo de la cosecha se convertía en pan eucarístico. Y una vez recogida toda la cosecha, se celebraba la fiesta en una casa de labor. Era costumbre utilizar la última gavilla de trigo para hacer un muñeco (figura simbólica o decorativa trenzada de paja) que era puesto en alto y trasladado con gran ceremonia a las fiestas. Se creía que el espíritu del trigo permanecía en el interior de esta figura que, cuando las fiestas terminaban, era guardado en la casa de labor hasta la siguiente fiesta de la recolección.

Actualmente la celebración que ocuparía su lugar es el Día de Acción de Gracias y es una fiesta oficial que se celebra en países de habla inglesa el último domingo de septiembre, el primero de octubre, o en Estados Unidos, el cuarto jueves de noviembre para agradecer los frutos recibidos.

Tras la romanización de los pueblos celtas —con sus excepciones, como Irlanda— y, a pesar de que la religión de los druidas llegó a desaparecer; la fusión de la fiesta romana de la cosecha con el ‘Samhain’ logró sobrevivir conservando gran parte de su espíritu y algunos de sus ritos están con nosotros (Recordemos que en nuestras ofrendas se colocan comida y dulces).

Con el auge del cristianismo, la fiesta pagana surge como el día de ‘Todos los Santos’ la cual se celebraba originalmente el 13 de mayo y posteriormente en el año 741 fue cambiada por el Papa Gregorio III al día 1 de noviembre.

¿Pero de dónde viene el nombre Halloween?

En Escocés la “Víspera de Todos los Santos” se decía “All Hallows Even” y con el paso del tiempo, y a su vez unida a la fiesta inglesa, tomó el nombre de “All Hallow´s Eve”, y de ahí nace la acepción “Halloween”. Por tanto esta fiesta es la fusión del Samhain con la fiesta de la cosecha y ambas fiestas servían para preparase para el invierno, y en ningún momento servían para adorar al demonio, y todo ello estaba definido por la naturaleza, tanto de las estaciones del año, como la naturaleza humana, en esa necesidad de honrar a los antepasados, a nuestros muertos y agradecer los frutos de la Tierra.

Aclaremos unos puntos polémicos de esta fiesta:

Primero: la tradición de disfrazarse se debe a la Peste Bubónica que acabó con la mitad de la población Europea y esto creó un miedo a la muerte, por ser esto una remembranza de nuestra propia mortalidad.

Segundo: El famoso Dulce o travesura tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra entre los años 1500-1700, contra los católicos, y lo hacían ocultos con máscaras, celebrando el día de Guy Fawkes o el  “Bonfire Night”, y así visitaban a los católicos de la localidad, exigiéndoles cerveza y pasteles para su celebración, diciéndoles: "Trick or Treat".

¿Y los prehispánicos?

Ahora, vayámonos a los antecedentes prehispánicos, de donde, igual que con el Samhain y la fiesta de la cosecha, en México se fusionó nuestra cultura con la europea, y siendo precisos, con la religión católica. Y no por eso nuestros Aztecas, Mayas, purépechas etc. eran Satánicos. Y como veremos, la celebración de nuestros antepasados, al igual que con los Europeos lo definió la naturaleza, también sucedió con los prehispánicos.

Para los antiguos mesoamericanos la celebración que ahora se conoce como día de muertos, tenía lugar en el mes llamado Tlaxochimaco con dos fechas en honor de los muertos: Miccailhuitontli o fiesta de los muertitos y el Ueymicailhuitl o fiesta de los muertos grandes. La primera alrededor del 16 de julio y la segunda tenía lugar aproximadamente por el 5 de agosto. Entre la primera y segunda celebración, al árbol del Xócotl se le quitaba la corteza y se le adornaba con flores hasta que se decía que caía el Xocótl. En la cultura mesoamericana no se tenían conceptos de cielo e infierno, ellos creían que el destino de las almas, era determinado por la muerte que tenían, y no por la vida que vivían. Así los muertos iban a: Tlalocan, Omecoyan, Mictlán y los niños iban a un lugar espeial llamado Chichihuacuauhco.

En estos días también se colocaban ofrendas y éstas consistían en dibujar un círculo de sal o cal, que eran elementos que purificaban la ofrenda y la dividían en 4 partes orientadas a los puntos cardinales. Dentro del círculo se ponían los alimentos y bebidas, además de objetos de los que gustaran al difunto. La flor de cempasúchil y las llamas no podían faltar pues éstas guiaban el alma de los ancestros hasta el hogar donde se colocaba la ofrenda. El círculo completo representaba el universo en su totalidad, infinito y eterno, pero cíclico. Y las secciones representaban: una hora del día, una estación del año, una región del universo y un Dios determinado. Y de acuerdo a cada cultura, cada sector de la ofrenda se coloreaba de rojo, negro, blanco, amarillo, rosa, etc.

¿Pero qué pasa con la conquista?

Lo mismo que pasó cuando los romanos conquistaron a los Celtas, y cuando el catolicismo se fusionó con las costumbres paganas... hasta que llegó a nuestro territorio y dio origen a las ofrendas que actualmente conocemos. Así es, nuestras ofrendas, declaradas como patrimonio inmaterial de la humanidad, son una mezcla de muchas culturas. Nuestro día de Muertos tan mexicano es resultado de la fusión de muchas culturas y para ponérselos con manzanitas, y muy, MUY claro por nuestras festividades que nos ocupan estos días 1 y 2 de noviembre, el día de muertos en México es el resultado de la siguiente mezcla Samhain-Fiesta de la cosecha-Cristianismo-Miccailhuitontli-Ueymicailhuitl ¡No hay más!

¿Y el Halloween qué tiene que ver?

Mi aportación en este sentido es, como católica y conmemorando la persecución que hicieron a los Católicos en Inglaterra en los siglos XIV al XVI, honrando las tradiciones que el día de hoy nos han dejado estas culturas antiguas, es: en lugar de pedir "dulce o truco" propongo ir a tocar puertas, y decir: “Dios te ama y te ha amado siempre” y entregar un dulce, paleta o chocolate a quien te abra la puerta. O entregar a quien toque a tu puerta estos días, un dulce que hayas preparado tú, en agradecimiento a todo lo que tienes.

Por qué no, sus hijos, o ustedes mismos, dan los dulces a quien abre la puerta, sólo por cambiar un poco, diciendo: “Dios te bendice”. Queremos enseñarles algo bueno a nuestros hijos, primero dar, antes que recibir. Y explicarles, si es el caso, todos estos significados, todas estas historias y ponderar, qué tanto vamos a ceder a la idea demoniaca que tanto le ha dado Hollywood al “Halloween” quitándole su dignidad e historia, negándole a esta fecha su motivo de ser: "All Hollows Eve" = “Halloween” = “Víspera de todos los santos”.

Por importancia, la Natividad de Cristo es una de las fiestas y celebraciones más grandes de mi religión, junto con semana Santa, y ambas, más grandes que la celebración de Todos los Santos. Pero pongámoslo así: “Víspera de todos los santos” —Halloween— es a Día de Todos los Santos, lo que Noche Buena —Christmas Eve— es a Navidad. Como Católica teniendo esta información a la mano, no veo razón de separarla.

Aunque hay que aclarar, porque existe, que esta fecha le sirve a Magos Negros, Ocultistas y Satánicos para sus propósitos, pero eso no quiere decir que sean parte de nosotros. Y estas personas le han dado un mal nombre al Samhain llamándolo “festival de la muerte” cuando su etimología celta es: fin del verano, y así se encuentra el provechoso factor de la falta de conocimiento que la mayor parte de las personas, en los diversos estratos sociales, tienen al respecto, la naturaleza humana que busca en todo, lo malo y no rescata lo bueno de cada situación —lo cual es su fin primordial y la razón por la que fue creado, buscar lo buano, la bondad—; por lo anterior, el miedo infundido por películas y series de televisión, en las que sus autores y productores, gustan y gozan del morbo, es algo con lo que se requiere terminar.

Dicho esto, espero que a todos nos quede un poco más claro el panorama, y de dónde vienen las celebraciones que corresponden al 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre.

Y por supuesto, como en estas fechas, la semana santa y las posadas, habrá quien lo celebre y sepa qué hace, y existirá quien le quita todo significado y sólo se dediquen a la fiesta, a beber sin sentido y quitarle valores a las fiestas religiosas, y como ha de suceder en otras religiones. Pero ahí sí, ya somos bastante grandecitos como para hacernos responsables de lo que hacemos y en cada caso, tomar las consecuencias, buenas y malas de nuestras acciones.

Dicho esto y esperando que este post les ayude un poco, no me queda más que desearles: ¡Feliz víspera de Todos los Santos!

viernes, 25 de octubre de 2013

Valentía

3:05 de la tarde Voy caminando alegremente de Aurrerá hacia mi casa, el día estuvo fenomenal, logré la entrevista que requería, vendí todo. Compré mi acondicionador y los yogurts de mi hijo. Mi alma está tranquila.

3:06 Cruzo del camellón ...
a la gasolinera, veo un chevy blanco y miro una flamita, justo abajo del motor. Y le digo a la chica que conducía —oye, tu carro tiene fuego.— Me responde —¿fuego? —¡Sí, fuego!.

Corrí con un empleado de la gasolinera y le pregunté si tenía arena, o extintor... me emputó su valemadrismo y lentitud. Y justo cuando le iba a mentar la madre, vi el auto que estaba humeando y el cofre poniéndose ligeramente café. Vuelvo a voltear para gritarle a alguien, o hablarle a los bomberos y veo una patrulla, le grité a todo pulmón -¡POLICÍA!

Mi asombro creció cuando le valió madre a quien iba en la patrulla y se siguió.

Volteé hacia la administración de la gasolinera e iba entrando una pick up de la policía estatal. Corrí, le interrumpí la llamada que estaba haciendo por celular y le dije que me disculpara, pero que un carro se estaba incendiando y si podía hablarle a los bomberos. Cuando me preguntó que en dónde, casi me cago del susto, y respondí —¡Aquí en la gasolinera!—.

Sentí un "rush" de sangre correr todo mi cuerpo, al policía le grité —¡Gracias!— y corrí hacia el carro que ahora tenía el cofre café y ví la pintura del cofre que estaba burbujeando. Los empleados de la gasolinera, se metieron al auto, le quitaron el freno y aventaron el carro sin conductor, hacia la calle.

*Sí, claro pendejos, si explota 2 metros más adelante, aquí no pasará nada imbéciles* Y mi horror creció: la plaza San Pablo llena, el Coppel, Aurrerá, la harinera, la unidad habitacional San Mateo justo a un lado de la gasolinera, se veía fuego ya saliendo por las ranuras del cofre, recordé a mi hijo, y en eso llegaron "n" cantidad de patrullas.

Yo seguí a la dueña del carro, le preguntaba si quería usar mi celular para llamar a alguien, estaba en shock.

Uno de los policías, parecía que era el que estaba a cargo, pidió un extintor, la gente se arremolinaba para ver lo que pasaba y nadie hacía nada. Grité que la gasolinera debía tener extintor, y él, ese policía les gritó a los empleados de la gasolinera: —¡DAME TU EXTINTOR!—.

Corrió, se tiró pecho tierra y descargaron el extintor, el fuego no cedía, llegó una ambulancia, luego luego los bomberos y entre todos trataron de abrir el cofre para poder apagarlo.

Un paramédico se acercó a preguntarle a la chica cómo estaba. Ella insistió que bien y sólo atiné a decirle que no dejara pasar la oportunidad, que le revisaran la presión, más valía descartar cualquier cosa. Antes de irse con el paramédico y una mujer policía, le dije —me llamo Patricia y espero que todo esté bien, de lo material no te preocupes Dios proveerá, antes de que te vayas ¿Puedo darte un abrazo?—.

Le dí un abrazo, me despedí y a las 3:14 de la tarde, caminando, regresé a casa.

domingo, 13 de octubre de 2013

Renacer

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
 
¿Todo cambia? No lo creo, acaso se modifica, se renueva y crece. Otras veces sólo se hacen pequeños los defectos y se hacen grandes los talentos.
 
Hoy no soy la misma, acaso sólo evolucioné, sé quien soy y de mí sólo se obtendrá, a cada instante y a cada momento, la mejor versión de mí misma.
 
Y que este blog se llame el rincón de la libélula, no es ni ha sido casualidad, así como tampoco que sean una de las criaturas que más me fascinan en la faz de la tierra:
 
Para los Samurais eran su emblema y símbolo de buena suerte. Eran llamadas kachi-mushi, es decir, insectos victoriosos.
 
En el México prehispánico se les consideró como símbolo de la pureza del agua.
 
Para la gente adulta de Tahití son agentes misteriosos de los dioses y espíritus.
 
En Escandinavia se consideran animales santos.
 
La mitología hindú señala que cuando las personas mueren sus almas se transforman en libélulas que esperan en la naturaleza hasta renacer en otra persona.
 
En el mundo simboliza el cambio en la perspectiva de la autorrealización, y el cambio tiene su origen en la madurez mental y emocional y la comprensión del significado más profundo de la vida.
 
El vuelo de la libélula corriendo a través del agua representa un acto de ir más allá de lo que está en la superficie y busca en las implicaciones más profundas y los aspectos de la vida.
 
El vuelo ágil de la libélula y su capacidad para moverse en todas las direcciones exuda una sensación de poder y equilibrio, algo que sólo viene con la edad y madurez.
 
El aspecto imponente es como la libélula cumple sus objetivos con la máxima simplicidad, efectividad y así, si nos fijamos en las proporciones, con 20 veces más potencia en cada uno de sus golpes de ala, en comparación con los otros insectos. La mejor parte es que la libélula lo hace con elegancia y gracia que se puede comparar con un bailarín de ballet veterano.
 
Son iridiscentes tanto en sus alas, así como en su cuerpo. -Iridiscencia es propiedad de un objeto a manifestarse en diferentes colores dependiendo del ángulo y la polarización de la luz que cae sobre él.- La propiedad mágica de iridiscencia también se asocia con el descubrimiento de las propias capacidades al desenmascarar el verdadero yo y la eliminación de las dudas.
 
Casi el 80% de la potencia del cerebro de las libélulas se dedica a la vista y el hecho de que puede ver en los 360 grados alrededor de él, simboliza la visión desinhibida de la mente y la capacidad de ver más allá de las limitaciones impuestas por esta.
Vive en el momento en que es consciente de quién es, dónde está, lo que está haciendo, lo que quiere, y tomar decisiones basadas a partir del momento presente. Esta capacidad le permite vivir su vida sin remordimientos.

sábado, 17 de agosto de 2013

Cumpleaños 39

Este año para mi cumpleaños haré algo diferente, para este, el que me llevará a mi año 40 de vida —por muchas razones— muy significativo, pediré lo que quiero para mi vida, lo que me llenará el alma, y de esa manera hacer que todo eso que he soñado, que no he logrado, venga a mí..

Genero el inicio de este nuevo camino. Me sorprendo, me encanto y me enamoro de mi visión de vida.

Hago un pequeño mapa mental, con imágenes, lo programo y lo logro



miércoles, 1 de mayo de 2013

¿Día del trabajo? Haciendo cuentas...


El año tiene 365 días de 24 horas, de las cuales 8 están dedicadas a la noche. Esto hace un total de 121 días dedicados a dormir; por lo que nos quedan 244 días hábiles.

Si a esto le quitamos 52 Domingos quedan 192 días; menos 52 Sábados nos quedan un total de 140 días de trabajo. Ademas, dedicamos 4 horas diarias al desayuno, comida y cena, lo que hace un total de 60 días, esto quiere decir que quedan 80 días para trabajar.

Pero no olvidemos que tiene 10 días de permisos económicos, entonces nos quedan 70 días para trabajar. ¡Ah! Pero existen 7 días de asueto oficiales en México, entonces nos quedan 63 días para trabajar. Pero como disfrutamos de 15 días de vacaciones, tenemos 48 días dedicados al trabajo.

Sin embargo usted se enferma por trabajar tanto, entonces le dan unos 10 días de incapacidad al año, y así nos quedan 38 días para trabajar. Pero usted pide permiso el día de la candelaria, el día de la madre, el día del niño, en san Valentín, en su cumpleaños, el día del festival de su hijo/sobrino/primo en la escuela... eso nos deja 32 días de trabajo.

Pero pasamos 2 horas diarias utilizando algún medio de transporte, por lo que eso acumula 30 días al año de un lado a otro, piense que le quedan unos 2 días de trabajo. ¡Por dos días de trabajo al año, festejamos un día del Trabajo y dice qué se siente usted cansado?

¡No exagere!

*Un pequeño homenaje a la sociedad Mexicana, a la que no le conté sus 4 horas en internet/redes sociales diarias -que serían unos 60 días apróximadamente XD ¡y el año no les alcanzaría para huevonear!- *

¡Feliz Día del Trabajo!