domingo, 29 de agosto de 2010

Leyes fundamentales de la estupidez humana

El día de hoy quiero hablar de Carlo Maria Cipolla, (que vivió de 1922 y murió en el año 2000). Este hombre fue un historiador economista italiano. Nació en Pavía, y se graduó en la Universidad de esa misma ciudad en 1944, con una tesis sobre la historia de las explotaciones agrarias en el Valle del Po, lo que es muy interesante, pero tiene cosas mucho más interesantes en su literatura y tiene que ver contigo y conmigo.

¿Qué tiene que ver este hombre en mi vida y en la suya?, Es muy interesante y por lo que más quieran conozcan un poco más de él; a través de la historia económica, con un enfoque humanista de la misma, este hombre mostró un mayor interés en las causas que han provocado determinadas situaciones económicas y sociales a lo largo de la historia, más que por hechos materiales y cifras concretas. Cipolla también es conocido por sus artículos sobre la superpoblación, la economía y sus ensayos sobre la estupidez humana.

Al leer a este hombre, uno comprende y se explica completamente los diversos hechos en la vida, sucedan recientemente o los que nadie podía explicar bajo ninguna circunstancia, y no es raro que esto pase así, ya que generalmente uno está confunidido o no encuentras pies ni cabeza a lo que sucedió.

Alguna vez llegué a preguntarle el cuestionamiento mas interesante de mi vida al Creador y pronuncié las palabras mágicas: '¿Dios, le has abierto la puerta a los estúpidos?' Y hoy encontré la respuesta, incluso la explicación a la convivencia con muchos de ellos, que me llevó a pensar que los enfermos de bipolaridad tenian la culpa.

Mis encuentros cercanos con esta clase de personas me llevaron a mi frase más célebre en los blogs y foros en los que participo "No existe la estupidez en mi pueblo, porque fulanito o fulanita, se la ha robado a los demás". Y hoy, hoy finalmente se hizo la luz en mis ojos y la razón en mi mente. He comprobado que no estaba mal y, que mi miedo más terrible existe.

La teoría de Carlo M. Cipolla no es una teoría, es un hecho y hoy la comparto con todos ustedes, mis queridos amigos, porque lamentablemente no hay un estúpido en el mundo, se mueven por millones, son peligrosos y pocos saben cuánto daño puede causar este tipo de personas, aunque todos reconocen los daños. Mucho cuidado, por favor, pueden tener uno junto a ustedes en este justo y preciso momento.

Les dejo la liga al documento que encontré en internet y es mi deber y obligación transmitirlo.

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

viernes, 27 de agosto de 2010

Se busca al hombre de mi vida

Características:

Que quiera estar conmigo, sin perderse las cosas importantes de mi vida, las que me hacen ser feliz o las que me hacen estar triste.

Que no le dé lo mismo si me ve o no me ve, si bien hay que ser independientes, y cada quien su espacio, quiero conocerlo, saber con quién estoy pasando los mejores momentos de mi vida.

Que le guste ser niño en su manera de jugar, de divertirse, de perseguir sus sueños y compartirlos conmigo.

Que cumpliendo sus promesas, alcanzando sus metas, siendo responsable y honorable; y esto incluye compartir sus fallas y fracasos conmigo, comprenda que estar juntos es en las buenas y en las malas.

Que sepa escuchar y comprender las cosas que le diga, que siempre tenga un par de minutos para platicar conmigo cada día de algo que no tenga que ver con su trabajo o sus actividades cotidianas.

Que pueda discutir de política, religión, sexo, amor, verdad y mentira, siempre conmigo y no contra mi –hay mucha diferencia, conmigo es para crecer en conceptos; contra mí es atacar mis ideologías sin respetar el hecho de que podemos tener opiniones diferentes-.

Que tenga disposición para resolver los problemas.

Que le encante ir al cine y no se duerma.

Que disculpe mis errores como persona y mujer ayudándome con cariño y comunicación a superarlos, y cambiarlos por aciertos.

Que sepa dar y recibir en todos y cada uno de los aspectos que involucren nuestras vidas.

Que quiera compartir responsabilidades en una relación y no buscar culpables, de igual manera compartir alegrías, su deporte favorito, locuras, un sábado de maratón de caricaturas en la tele, un fin de semana de paseo, ir juntos a comprar velas, ver nuestras series favoritas y comprar un buen vino tinto.

Que no esconda revistas o cintas pornográficas ni las cervezas debajo de un colchón, sino que las comparta conmigo, igual que sus fantasías.

Que me acompañe al psicoanalista y me ayude a evitarlo con mil abrazos y besos al día.

Que le importe lo que hago y que no le moleste que bromee cuando estoy nerviosa.

Que no se sienta incomodo cuando me quedo sin hablar, aunque parezca que soy muda simplemente disfruto estar con él y no quiero arruinar ese momento que compartimos juntos, en el que su compañía cuenta más que lo que pueda decir.

Que me abrace, me bese, que me demuestre su afecto, su amor, su cariño. Necesito sentir ese lenguaje físico, me ayuda, es reconfortante, es necesario sentir que mi corazón brinca y las mariposas llegan a invadir mi cuerpo.

Que no tenga dificultad para llegar a acuerdos.

y...Que nunca se le olvide ser cortés y caballero.

Sé que las posibilidades de encontrarlo no son muchas... por ello le pido a mis ángeles que en el punto del camino en el que lo tenga que encontrar, lo pueda y sepa reconocer, así como él a mí. No sé si serán años, meses o días. Pero desde que nací se que anda por ahí. Solo necesito encontrarlo... por eso busco a mí hombre.

En resumen, quiero compartir con él un lugar en el que este a salvo mi vida y mi corazón, un lugar compartido con vida, amor, felicidad y sensualidad. Pido todo esto porque es lo que yo quiero y puedo dar, y porque sé que es lo que él quiere y tiene para compartir.

Hoy le agrego a este escrito de hace mucho tiempo, que tenía encajonado... que quiera y respete tanto como a mí, a mi hijo, que en su corazón exista la posibilidad de ser un modelo para él, si bien no le pediría que le llame hijo, que con la convivencia se de ese amor incondicional y confianza y como un padre lo hubiese sido desde siempre.

En la ciudad

La religión y el espíritu,
la paz y la armonía
existen.

Pero lo que en la
nada existe son:
suspiros e intentos
de alguien
que nunca intentó saber,
que nunca intentó buscar.

El miedo de poner
sus ilusiones a prueba,
lo derrotaron
antes de vivir.

Nacer o probablemente morir,
la respuesta adecuada sea
para una persona que no existió.

O quizá la eterna súplica
de un amigo,
de un hermano
o de un hijo;
que pidió tu mano
y nunca la recibió,
nunca se la diste.

Y adiós a la historia
que jamás se escribió.
Un beso… adiós.

Ciudad de la nada,
aquí se extraña todo
y no se olvida nada.
Todos viven,
pero a nadie encuentras.
Todos mueren,
pero nadie te busca.

Ciudad donde todo pasa
y se olvida,
se va,
se pierde,
no existe,
no está.

En esta ciudad,
la religión y el espíritu,
la paz y la armonía
no existen.

Pero tampoco existe el odio,
el rencor, la guerra;
aquí no existe nada.

Dudas de tu sombra,
no sientes nada;
es la ciudad donde
una parte de todos,
se encuentra,
se busca,
se abandona.

Y en tu ciudad
¿qué existe?,
hay tristeza,
dolor o simplemente
muros de concreto que:
crecen,
bajan,
se pierden.

Dime ¿dónde vives?,
¿también eres nada?;
tu ciudad es
de cristales largos,
anchos y de mil colores.

La ciudad de la nada soy yo.

El Infierno

En esta vida es difícil rezar,
y en mi vida no hay una oración;
en el infierno de la existencia,
sola estoy con mis recuerdos.

Es difícil seguir con el alma vacía;
y en los huecos de mi cuerpo
no hay espacio para tu alma,
el hueco de la vida que quedó
cuando te estaba buscando,
nadie lo puede ocupar;
los vacíos no admiten cubrirse,
no quieren taparse, no quieren amar.

En este infierno estoy yo,
perdida en el universo,
inmenso;
soñar con acercarme a ti,
ser sólo para ti.

Qué tristeza, hoy no estás aquí,
te perdiste en ese cielo
que no me pertenece a mí,
pero que te tiene a ti.

Me dejaste en el cielo
del infierno sin tu amor;
en mi soledad vive una pasión,
donde no estás tu,
donde me quedé yo.

sábado, 21 de agosto de 2010

La luz en el negro de Pierre Soulages

Sábado, me levanto tempranísimo. Atiendo a mi hijo, me preparo, me arreglo, desayuno y emprendo el camino que va de mi casa hasta el Museo de la Ciudad de México. Pierre Soulages expone y mañana es el último día que está abierta su exposición al público.


Un pintor que siempre me llamó la atención, desde que era yo universitaria, en los libros siempre recordaba y reconocía al “pintor del negro”. Su trabajo, su biografía, su familia, amigos, resúmenes, impresiones, todo lo que puedan decir los libros de él, lo leí muchas ocasiones. Y debo decir que todo lo que en libros existe, incluso mis palabras, no sirven de nada, ni significan nada hasta que tienes enfrente un “Soulages”.

Como diseñadora gráfica y como pintora, escritora, como madre, como una persona creativa, nunca me ha gustado leer las fichas técnicas, ni nombres de las obras, cuando tienes frente a ti una pintura original, sea de Dalí, Matisse, Lautrec, Clausell, Monet… Impresionista, Neoclásica, Barroca, Surrealista… de quien sea; la ves, la admiras, percibes las pinceladas, las texturas, te metes a descubrir el cuadro, percibes lo que significa para ti, sin pensar siquiera lo que significó para el autor.

Y debo admitir que en este último punto el maestro Soulages me dio el gran gusto de dejar que su obra significara en mí, aún con las que más me gustaron, no me dio un nombre, sólo me dejó un gran sentimiento.

Caminar entre su obra es estar pendiente, alerta de en qué momento el cuadro que tienes enfrente, está listo para cambiar. Tú cambias con cada paso en su obra, eres parte de la exposición, eres parte del cuadro, tus sentimientos en s obra nacen, se transforman, te imaginas, los vuelves a pensar, lo vuelves a pasar. Te emocionas, regresas, lo ves, caminas, se mueve, te mueve, inspira.

Una exposición única, magnífica y Pierre Soulages gana un lugar privilegiado en mi lista de favoritos. Ojalá que la hayan visitado, y si no pudieron, o no quisieron… se perdieron de un gran pintor que de un color violento, con autoridad propia, con una connotación oscura, saca de él la luz, regala reflejos, movimiento, hace que la luz baile en su paleta monocromática y regala un nuevo significado a la oscuridad.

La fotografía que pongo aquí la tomé de internet -Observatorio de Arte- y la comparto, ojalá logre transmitir un poco de lo mucho que significó. (No se permitían tomar fotos y soy muy respetuosa de las reglas).

sábado, 14 de agosto de 2010

Wish List #36



Hace poco me preguntaban qué me gusta, qué me pueden regalar para mi cumpleaños. Lo primero que valoro y aprecio es el cariño y afecto sincero. Una buena amistad, una charla agradable, un café, una buena comida. El año pasado hice mi Wish List #35 y creo que muchas cosas siguen vigentes.

Las mesas de regalos, para bodas, bautizos, showers, etc... se me hacen un exceso, no me siento cómoda con la idea, pero, a veces hay personas que nos aprecian y no saben bien a bien qué nos gusta. O nuestro universo de aficiones es muy grande.

El martes es mi cumpleaños, faltan 3 días. Y tengo nuevos amigos que no saben tanto de mi, viejos amigos que no saben que algunas cosas y gustos han cambiado, y nuevas aficiones. No le llamaré Mesa de Regalos ni nada por el estilo, pero sí el Wish List #36!

1. Velas, me gustan mucho. Aromáticas me encantan. Lavanda, es mi aroma favorito! Un "Pillar" (así se le conoce a las velas chonchas y largas) es algo que pueden considerar.

2. Ángeles, colecciono todo tipo de ángeles, creo en ellos, confío en ellos, y si alguien consigue "Las Alas del deseo" y "Faraway so Close" de Wim Wenders... Mi movie collection lo agradecerá!

3. Una Biblia Latinoamericana formato grande (la chiquita, aceptémoslo ya no al puede uno leer, la edad, se queda) pasta Blanca Perla. Es hora de tener la mía.

4. Tiene mucho que no me puedo comprar novelas contemporáneas. También cuando dejé al papá de mi hijo, le dejé una caja de libros, se me olvidó, y ahí se quedaron casi todas mis novelas de Isabel Allende, todas las de Ángeles Mastretta, Paulo Cohelo y mis libros de Italo Calvino.

5. Discos de Épica, Haggard, Metallica -estos también los dejé en esa caja-, algunos que no he podido comprar de Duran Duran (Arena, Decade, Liberty, BigThing, las ediciones especiales de su aniversario) El último CD de U2.

6. En la última aventura de mi hermano el mayor, perdí todos mis libros de Harry Potter y El Señor de los Anillos. Esos me han dolido hasta la m...

7. Anillos, me encantan, de plata, acero, de cuero... eso si... medida 10, o size 21

8. Un rosario de 3 oros como el que ví hoy en el centro... wooooowwwwww hermoso!

9. Un arreglo hermoso de Tulipanes Rojos.

Los que son obligada visita de aparador:

10. Un perfume. (Bright Crystal de Versace, I Loewe You o Quizas Quizas de Loewe, Allure o Mademoiselle Chanel de Chanel, Champs Elyseès, Very Irresistible Sensual de Givenchy).

11. Un reloj edición metálica Swatch.

12. Una botella de Möet Chandon =D si no es mucho pedir -jajajajaja-.

13. Una bolsita Tous, una Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo...

14. Una semana en Real del Monte.

Si, ya empece con los materialistas, caros difíciles y casi imposibles...

15. Un Ipod Classic, plata... (extraño el mío)

16. Un viaje a Inglaterra, España, Francia, Suiza, Alemania e Italia, con mi hijo.

17. Una serenata con mariachi -nunca he tenido una-.

18. Una camioneta Honda Pilot Blanca

19. Una casa grande y hermosa, con jardines y en ellos árboles, flores y un espacio muy especial para recibir a mis amigos y familia para una buena carne asada y dos perros, Alaska Malamut o Viejo pastor Inglés!

Y los IMPOSIBLES, que sólo un milagro los puede volver realidad.

20. Anillo Etoile de diamante de 1K Tiffany & Co. -este sí debe ser regalado- y plan de marriage incluído.

21. Mi boda Celta y mi Claddagh.


domingo, 8 de agosto de 2010

Notas que no se publican

A continuación comparto una carta que el Padre Martín Lasarte escribió al New York Times, pero no la publicaron. Antes de decir nada, hay que leerla, y leerla muy bien.
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Querido hermano y hermana periodista:

Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.

Me da un gran dolor por el profundo mal que personas que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.

Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.

¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas; que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...

No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio. Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a cero positivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región... Ninguno pasa los 40 años.

No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.

La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura...

Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido.

Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión.

En Cristo,
P. Martín Lasarte sdb
* Tomado de la Revista Inquietud Nueva Año XXVI, No. 154. Julio-Agosto 2010 págs. 22-23