miércoles, 11 de enero de 2012

Letanía para conseguir galán

En un día donde mi mood era totalmente depresivo, me senté, esperé y entonces, vino a mi la letanía que comparto -Y poco a poco se irá enriqueciendo-.

San Damián, que no sea patán.
San Alejo, que no sea pendejo.
San Vicente, que no sea impotente.
San Gamaliel, que no sea infiel.
San Amador, que sea bien trabajador.
San Herculano, que no sea un enano.
San Raymundo, que me lleve a conocer todo el mundo.
San Juventino, que se quede conmigo todo el camino.
San Gilberto, que no sea mamerto.
San Isidoro, que no sea codo.
San Isidoro, que no sea codo.
Santa Zita, que no la tenga chiquita.
San Cliserio, que con el compromiso sea serio.
San Silvino, que se aun caballero muy fino.
Santa Beatriz, que conmigo sea muy feliz.
San Godofredo, por favor que no sea feo.
San Javier, que le guste comer con G.
Santa Pilar, que me dé mucho dinero para gastar.
San Librado, que sea bien apasionado.
San Pomposo, que sea bien amoroso.
San Eleuterio, que no sea majadero.
San Nicanor, que no sea golpeador.
San Damián, que no sea un gañán.
Santa Lidia, que me tenga bien consentida.
San Federico, que no le apeste el océano!
San Simón, que sea bien tragón *así como yo comprendo* ok no!
San Ramón, que no sea cabrón.
San Romero, que sea soltero.
San Eleodoro, que no sea Pedorro.
Santa Sabina, que no consuma cocaína.
San Patricio que sea bueno pa'l fornicio.
San Fructuoso, que sea bien lujurioso.
San Nicanor que sea cumplidor.
San Federico, que tambien sea rico.
San Pedro Nonato, que no sea pazguato.

Nota: en cursiva están aportaciones de mis amigos tuiteros.

martes, 10 de enero de 2012

La devaluación de los héroes, la falta de ejemplos


Hace tres décadas los niños teníamos ejemplos sólidos, tanto de autoridad, educación y de buenas costumbres y con todo ello, se escuchaban historias que bien podrían haber sido leyendas urbanas. Nuestros héroes, que no eran dibujos animados, eran los cantantes, deportistas, artistas plásticos, literatos, payasos, magos y cualquier persona que gozaba de fama, se convertía en nuestro ejemplo, en un héroe. Y en ese tiempo al menos guardaba ese toque mágico, esa pauta ideal, que nos decía: “¡Por aquí!”.

En estos tiempos, en el que a los niños se les deben inculcar valores, buenos principios, todo está tan confuso, tan incongruente. Sí, alguien les dijo a los niños que tienen derechos, y afortunadamente eso detuvo mucho abuso contra los pequeños en éste país, y quizá en otros. Pero no todo son derechos, éstos implican las obligaciones, y ¿quién les inculca las obligaciones? ¿Qué hacen ahora, quienes se supone deben educar a los niños, quienes deben de ser sus guías?

Hoy los niños ven ejemplos en deportistas que por una razón u otra, son primera plana en cosas de mal gusto, en asesinatos algunos, en golpes a sus parejas; futbolistas que insultan, son promiscuos, secuestran; de luchadores vinculados con el crimen; artistas que se desnudan, dan shows de ebriedad y mala educación; criminales y narcotraficantes que acaparan las primeras planas de los diarios y revistas. Y un largo etcétera.

Como madre, eso es algo que me preocupa, pues, cómo le digo a mi hijo que eso está mal, que la prensa promueve criminales, que en la tele ya no hay esa distancia entre la violencia, la mala educación y los vicios de los héroes infantiles. Vaya, ni siquiera hay caricaturas o programas en los cuales, los niños puedan ver que hay cosas que no están bien, que no es correcto que sucedan.

Ya no existe un patrón, una guía que les sirva para entender qué está bien y qué está mal. ¿Cómo le pides a tu hijo que se porte bien, si su ídolo futbolista es un secuestrador? ¿Cómo le pides que respete, si en la serie de moda, lo que más se ve es la falta de respeto a los padres?; y si a esto le agregamos la ausencia paterna porque hay que trabajar, y entonces, por esas ausencias, la permisividad es total, entonces tenemos un niño o niña que hace lo que le venga en gana.

¿Le sumamos un poquito más? ¡Ok!... pero el papá que está ausente todo el día en el trabajo, le regala lo que quiere y le da la gana… Pero la mamá que había castigado al hijo porque no trabajó en la escuela, le pegó al amiguito… entonces se pelea el padre con la madre, pues es injusta y él no está con el niño y un largo etcétera en recriminaciones, que si tiene suerte el pequeño, los padres lo harán sin que los vea, y si no, la joda que le darán emocional al hijo se suma a todo lo que ya he dicho.

O cambiemos el panorama tradicional, el hijo que está todo el día en la escuela, llega la madre que se parte en diez todo el día para darle lo mejor a su hijo, y entonces para reponer su ausencia, le compra todo lo que el niño quiere, sin importar todo lo que ha hecho mal, sin corregirlo, sin compromisos, sin formación, sin límites, sin respeto.

O qué tal que hablamos de una familia disfuncional, un padre alcohólico, golpeador, abusador, agresor. Qué tal una madre alcohólica, drogadicta. O… ¡Alguien en este punto ya se ha dado cuenta de los monstruos que estamos engendrando y que serán verdugos de nuestra sociedad?

A mí me preocupa, me inquieta, me abruma pensar en todo esto. Me está costando trabajo educar y formar a mi hijo, me la paso tratando de contrarrestar lo que ve, lo que oye. Y no veo, y pocas veces leo en twitter, facebook, blogs, o medios de comunicación, que se interesen por este tema.

Y a veces creo, que tenemos mucho que hacer por los niños.