sábado, 9 de octubre de 2010

Diferencia

Entre un ángel y un diablo
no hay diferencias,
uno mata disfrutando
y el otro disfruta matando.

El ángel mata bendiciendo,
el diablo bendice matando;
uno lo hace para sacrificar el alma,
el otro lo hace para liberar el alma.

Es tan estúpido
lo uno como lo otro,
ni ser ángel bendice
ni ser diablo maldice.

Una vez quise ser ángel
y me crucificaron sin haber pecado,
otra quise ser diablo
y me desterraron por pecar.

Poder salir a media noche,
y convertir a seres humanos
en demonios que buscan,
que rasgan, que matan,
no sufren, y hieren,
pecan y respiran.

Poder salir a medio día
y convertir a seres humanos
en ángeles que buscan,
que reparan, que reviven,
se ríen, y curan,
rezan y mueren.

Ángeles y diablos
existen para tener
satisfacción terrenal.

Ángeles y diablos
viven para hacer
sufrir al espíritu.

Ambos, ángel y diablo
tienen un buen pretexto
para tener esa dualidad:
uno es el bien y otro el mal.

Pero por ellos se muere:
si eres bueno, sufres solo;
si eres malo, te quedas solo;
y por ambos lloras.

No, no existe el bien ni mal,
no hay ángeles ni diablos;
sólo hay seres humanos
que pecan y hacen pecar.

Hay seres humanos
que crucifican
y son crucificados.
Hay personas
que entierran
y son enterradas.

Sólo hay personas,
y no entienden
que el bien y el mal
no son juicios humanos,
porque sólo son las risas
de los ángeles y los demonios.

Ahora dime tú,
después de esto
¿qué eres?

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