martes, 12 de octubre de 2010

Un día de mi vida

Observando a las estrellas
vi tu rostro en mi memoria,
me parece una hermosa ilusión
que vivamos en el mismo rincón.

Aunque cerca, estás tan lejos
como las estrellas que estoy viendo,
y esos dos grandes luceros,
son tus ojos que me miran.

Te imagino en mi futuro
compartiéndonos la vida;
esperando, pasando de
un sueño a otro
de tu vida a mi vida,
de mi letargo al tuyo.

Eres la alegría
de la galería,
en la que mi muerte
daría por verte.

Qué difícil aceptarlo:
no nos conocemos;
si te imagino tierno,
si te imagino fuerte.

Tengo miedo de equivocarme
si pienso por quién existo,
tengo miedo de rendirme
con un hueco hondo y vacío.

Eres más que una fotografía
o una voz en mi PC,
o tu foto enmarcada del buró,
o la imagen de un video.

Ojalá no seas
un extraño en la ciudad,
ojalá seas en mi vida
la ternura que calor reclama.

Rendirme a tus brazos,
entregarte mi cuerpo,
regalarte mi vida, que,
sin ti me duele tanto

Mi mirada te busca;
se pierde y en la infinita noche,
te veo huir, porque
no soy la que esperas,
ni soy lo que deseas.

Perdida en un mundo
que no conozco, vivo,
imaginando que existo
en donde tu estás.

Por favor estrella mía
quiero darte mi vida,
quiero dejar de soñar
cada día que esté viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario